lunes, 22 de agosto de 2016

Las cualidades que te aseguran el éxito

El hombre todavía es responsable.


“El tiene que mover la amalgama de la experiencia y modelarla como si fuera un hierro de dominio y carácter. Su éxito no está en las estrellas pero sí dentro de él mismo. El tiene que seguir con la lucha de autocorrección y disciplina. Tiene que luchar contra la mediocridad como si fuera un pecado y vivir los imperativos de la vida hasta sus más altos ideales.”



-Frank Curtis Williams-



El más importante ingrediente inicial del dominio y la vida en excelencia son la disciplina y la voluntad. Con ellos, tú tomarás el primer paso a la vida perfecta.
Estas son las cualidades que te aseguran tu éxito. Con disciplina y persistencia mental, vas encontrar el medio para tu fin. Tu tienes la fortaleza personal para aplicar los principios de Kaizen y desarrollarlos para lograr tus metas. La disciplina te permite seguir tus metas diariamente para soltar el potencial que duerme dentro de ti. Te provee con la fuerza de carácter para separar el tiempo de ver televisión y otras de  tus actividades favoritas para aquello que verdaderamente hará una diferencia duradera en tu vida. La Disciplina y la voluntad te permitirán que las cosas de mayor importancia en tu vida no estén a la merced de las cosas que importan menos.



Hay 168 horas en una semana. La disciplina y fuerza mental te aseguran que el tiempo es bien usado y que tu vida retiene el balance del ejercicio, condición mental, edificación de carácter, seguimiento profesional, actividades sociales y aventuras que alimentarán tu grandeza. Y aún más importante, el desarrollo de la disciplina asegurará que tu siempre estés enfocado en las metas de tu vida y moviendote con poder y consistencia hacia ellas. Erasmus dijo: “Un clavo es sacado con otro clavo, un hábito es vencido por otro hábito”.


El corazón de la disciplina es desde luego el hábito.

La disciplina y voluntad, como los bíceps, son músculos que tienen que ser acondicionados y edificados. El éxito requiere esfuerzo, una mente enfocada, y aplicarse con regularidad. Sin el poder, tú te haces víctima del mal, te vuelves moroso, perezoso y holgazán. La disciplina y voluntad entregan los niveles más altos de vida posible, puede parecer difícil para desarrollar al comienzo, pero una vez que los músculos son consistentemente ejercitados en un hábito, los resultados son bellísimos, y al final, una tarea difícil se hace fácil.


Con la disciplina tú puedes elevar tus estándares de condición física, llamar a la reserva asombrosa del conocimiento, empezar y terminar mayores tareas, controlar tu dieta, triplicar tu nivel de energía, edificar tu carácter para alcanzar una vida mucho más plena y aumentar tus relaciones personales. La disciplina le dará forma al tremendo importante hábito del controlar la mente y pensar positivamente y librarte de las preocupaciones.


La disciplina dramáticamente mejora tu nivel de confianza y tu productividad cuando empieces a ponerla en práctica.



Sin disciplina, o al menos un claro deseo para edificárte, tu estás perdido y estás destinado a servir a tu mente en vez de que tu mente te sirva a ti. En vez de una mente fuerte y ágil, tendrás pensamientos que te quitarán el poder entrando a tu mente desocupada, destruyendo tu poder personal y redirigiendo tu atención de metas con valor a actividades inútiles que pueden que sean divertidas pero que no te ofrecen ningún valor a largo plazo.


Sin la voluntad, vas a comer demasiado, te vas a preocupar demasiado y vas a dormir demasiado. Estudia la vida de Gandhi, Washington, Madre Teresa, Helen Keller y Bruce Lee y estarás estudiando gente con voluntad en acción. El éxito afuera empieza con el éxito adentro. Si tú quieres ser más eficiente en la oficina, si quieres ser mejor que tus padres, o mejor ciudadano de la comunidad, empieza con tu mundo interno y cultiva tus recursos internos.


Tú no puedes hacer grandes cosas hasta que no te sientas grande.

Tú no puedes llevar una corporación o un equipo hasta que no aprendas a guiarte a ti mismo primero. El manejo de la vida empieza con manejarse a sí mismo y el ingrediente clave en el manejo gerencial es refinár los músculos de la voluntad.


Uno de los mejores objetivos para el crecimiento personal que cualquiera puede establecer es desarrollar su disciplina. H. P. Liddon dijo: “Lo que hacemos en una gran ocasión dependerá probablemente de lo que somos en la actualidad; y lo que somos es el resultado de la autodisciplina de años anteriores”. En su excelente libro, Voluntad, Raymond De Saint-Laurent escribió que: “El hombre de carácter es aquel que establece unos objetivos y nunca deja de perseguirlos hasta que no logra alcanzar sus metas”. Una vez que te haces consciente de cómo usar tu voluntad, ningún sueño se te escapará. Tu mente no se tambaleara como una hoja en los vientos de otoño.


Una vez que tienes un deseo con valor, tu vas a esforzarte y consentrarás toda tu mente y esfuerzo en él. La gente no te moverá de tu camino ni te va a desanimar de tus aspiraciones.


Recuerda que: ¡Los ganadores son disciplinados! Cada persona quien le ha llegado el gran éxito a su vida ha tenido abundancia de disciplina y voluntad.


Tu mundo cambiará con estas cualidades excepcionales pero primero tienes que entender que esto está corrientemente oculto dentro de ti. Hay una joya inapreciable que sencillamente necesita que se pula y refine antes que puedan brindarte la riqueza que tu nunca imaginaste tener.


¡Usa tu Voluntad!
El secreto del acondicionamiento de los músculos de la disciplina y voluntad es increíblemente sencillo: ¡los usas o los pierdes! La naturaleza es consistente en sus principios. Para aumentar tus bíceps, esfuérzalos y empújalos hasta sus límites regulares. Pronto ellos van a crecer más fuertes. Esfuerza y empuja tu memoria para recordar más y está crecerá más fuerte. Esfuerza y empuja tu imaginación.
Visualiza que eres perfecto y siente que tú eres esa persona. Pronto vas ha crecer hasta llegar a ser esa imagen.


Esta es la manera de usar los músculos de la disciplina y voluntad. La clave está en empujar los y esforzarlos. Ellos definitivamente florecerán más hasta el límite de tus expectativas.

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