domingo, 26 de abril de 2015

Cerebro y emociones


La revista National Geographic acaba de publicar una edición especial sobre “Cerebro y emociones”. Eduard Punset y su equipo colaboraron con la editorial RBA –titular de los derechos de la revista en España– en la realización de este número en el que firman varios científicos destacados de todo el mundo. Los temas tratados van desde el impacto del estrés en la memoria hasta el aprendizaje social y emocional en las escuelas, entre otros.
Destacado:
Por primera vez en la historia de la evolución la gente tiene futuro.
La revolución tecnológica está permitiendo medir procesos internos como el estrés, la actividad cerebral y hasta la propia capacidad de aprender e imaginar

viernes, 24 de abril de 2015

Cerebro y alimentación sana



  • Se ha determinado que consumir grasas trans (tipo de ácido graso insaturado que se encuentra principalmente en alimentos industrializados) está ligado a la disminución de la memoria en los adultos. Según investigaciones recientes, el consumo diario de cada gramo adicional de grasas trans se asoció con una estimación de 0,76 menos palabras recordadas correctamente.
Por suerte, existen algunos alimentos que potencian la concentración y evitan la pérdida de memoria:
1.  El aguacate o palta: Es rico en grasas mono insaturadas, cuyo beneficio se da tanto en el cerebro como en el corazón, ya que mejora la comunicación neuronal, limpia las arterias y mejora la circulación sanguínea
2.  Yogurt: Posee un aminoácido conocido como “tirosona”, responsable de la producción de neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, imprescindibles para el sentido de alerta y la memoria.
3.  Plátano, guineo, banana, banano o cambur: Los altos niveles de potasio, magnesio, vitamina C y fibra hacen del plátano un alimento inmejorable para la salud cerebral, pues todos esos elemento son conocidos por su efecto en la memoria.
4.  Té: Además de la cafeína, el té posee un aminoácido propio, la L-theanina, que mejora el sentido de alerta, el tiempo de reacción y la memoria.
5.  Verduras de hoja verde: Como la espinaca, la rúgula, las acelgas y se caracterizan por la intensa coloración verde de sus hojas, tienen una rica combinación de antioxidantes y vitaminas C, E y A que según algunas investigaciones evita el decaimiento de la atención mental.
6.  Salmón: Es conocido por su alta concentración de omega-3, ácidos grasos que fortalecen las conexiones neuronales
“Para retrasar el deterorio cognitivo, resulta clave cuidar la materia gris y sus neuronas, pues ellas ejercen un papel fundamental en la sinapsis y transmisión de los mensajes al cerebro”, explica la Dra. Botero. Para ello existen terapias efectivas que optimizan la memoria:
  • La terapia celular Psicoestabilizante: consiste en administrar preparados celulares que aporten biomoléculas prefabricadas que activen rápidamente los núcleos productores de serotonina y noradrenalina, así como también extractos celulares heterólogos o autólogos que sustituyan las neuronas que han muerto por patología o envejecimiento.
  • Los sueros antienvejecimiento neuro emocionales: contienen aminoácidos precursores, vitaminas activadoras del metabolismo energético, minerales y bioterápicos activadores del metabolismo específico y repolarizantes de membrana que aportan a las neuronas la materia prima y los activadores del metabolismo de los neurotransmisores antidepresivos.
  • Las terapias de Sincronización Cerebral Biorresonante se orientan en armonizar los dos hemisferios cerebrales y modular las ondas cerebrales a niveles óptimos (alfa y beta), reprogramando los núcleos subcorticales productores de neurotransmisores antidepresivos. Estos tratamientos utilizan equipos que generan luz, sonido y ondas electromagnéticas a una intensidad y frecuencia especifica. A su vez, incluyen sesiones de relajación dirigidas en camilla biomasajeadora.
También existen vitaminas, oligoelementos y minerales conocidos como Nutracéuticos que ayudan a mejorar la concentración y evitan la pérdida de memoria. Entre lo más conocidos se encuentran el ácido graso y Omega 3 (previenen el Alzheimer), DMA (ayuda a la energía mental, concentración y a estar más alerta), entre otros.

jueves, 23 de abril de 2015

El chocolate y el cerebro

 El chocolate… se lo ha denominado ‘comida emocional’ y es que es un placer para muchos e incluso una adicción para algunos… Pero, ¿podemos saber quién acabará comiéndose un trozo de este manjar después de haberlo visto, olido y tocado durante un rato? Según Astrid Frankort, de la Facultad de Psicología y Neurociencia de la Maastricht University, y sus colaboradores podemos saber quién ganará y quién perderá peso en función de sus respuestas cerebrales ante la comida hipercalórica… y sin embargo, sabemos poco sobre cómo esos patrones de actividad cerebral pueden predecir quién comerá y quién no en un momento concreto.


Para conocer un poco mejor cómo nos comportamos ante la comida, este equipo de investigadores realizó un experimento en el que el objetivo era analizar qué áreas cerebrales se relacionan con el consumo de chocolate después de haber estado expuesto a él y si la actividad cerebral guardaba alguna relación con el ‘craving’ o deseo por comer.

Los resultados, publicados hace muy poco en la revista científica Appetite (2015) mostraron que comerchocolate tras verlo se relacionó con la actividad de distintas áreas cerebrales. Más específicamente, la probabilidad de comerse un trozo de chocolate era mayor cuanto más se activaban el núcleo caudado derecho y la corteza frontopolar izquierda, dos áreas asociadas con la recompensa, y también cuando se activaban en menor intensidad otras dos áreas más relacionadas con el control cognitivocomo son las áreas prefrontales dorsolateral y dorsomedial izquierdas.

Además los autores encontraron otro hallazgo interesante: el acto de comer chocolate se predecía de forma más fiable a través de la actividad cerebral que a partir de lo que los participantes decían sobre sus ganas o deseos de hacerlo. Vamos, que si tenemos que fiarnos de algo a la hora de saber cuántas ganas tiene uno de comerse un bombón, mejor hacerlo de su cerebro que de lo que nos diga.

Estos descubrimientos ayudan a saber por qué algunas personas encuentran tan difícil resistirse a la tentación del chocolate, y es que puede ser  muy complicado privar al cerebro de una recompensa tan potente como un delicioso bombón

martes, 21 de abril de 2015

Neurociencias todos los días


A lo largo de la historia los científicos pensaron que una vez que una persona alcanzaba la edad adulta sus capacidades cognitivas se habían establecido y eran ya inmutables. Pero desde principios del siglo veinte, esa teoría fue refutada por evidencia que sugiere que las capacidades del cerebro son por el contrario maleables y plásticas.

De acuerdo con el principio de neuroplasticidad, el cerebro se encuentra en proceso constante de cambio en respuesta a sus experiencias. Nuevos conocimientos, nuevas conductas e incluso cambios ambientales o lesiones físicas pueden estimular al cerebro para crear nuevas rutas neuronales o reorganizar otras ya existentes, alterando de manera significativa la forma en que procesamos la información.

Uno de los ejemplos más dramáticos de la neuroplasticidad en acción, deriva del estudio de imágenes del cerebro de los taxistas de la ciudad de Londres (Maguire et al., 2000). Para obtener su licencia de manejo, los taxistas londinenses deben pasar dos años aprendiendo las complicadas rutas de las serpenteantes calles de la ciudad.

¿Qué clase de huella deja este largo y riguroso entrenamiento en el cerebro de un taxista? Bajo el escrutinio de imágenes obtenidas por Resonancia Magnética, el estudio del cerebro de 16 taxistas varones reveló en todos los casos, que ellos tienen un hipocampo de mayor volumen y tamaño que los participantes de un grupo control de 50 varones adultos de edades similares.

Aún más, entre mayor el tiempo transcurrido como taxista, mayor el tamaño del hipocampo, debido a que ésta estructura del cerebro se relaciona directamente con la memoria y la capacidad para orientarse, se demostró que puede modificarse en respuesta a las experiencias de los conductores.

En la mayoría de los casos, los cambios relacionados con la neuroplasticidad son mucho menos perceptibles, sin embargo en las últimas décadas, casos como el de los taxistas londinenses han inspirado a los científicos a buscar los siguientes pasos en la lógica de la investigación.

En lugar de esperar pasivamente e identificar cuáles son los cambios cerebrales generados en respuesta a ciertos eventos o de experiencias, ellos se han dado a la tarea de desarrollar métodos que intentan responder a la siguiente pregunta: ¿Es posible canalizar la capacidad de cambio en las redes neuronales de un individuo entrenando al cerebro con el objetivo concreto de mejorar habilidades clave?
La ciencia del entrenamiento cognitivo intenta responder ésta y otras preguntas. Solamente durante 2013, más de 30 protocolos de investigación sobre el tema se registraron en la base de datos de estudios clínicos aprobados por el gobierno de los Estados Unidos.
Resultados de los estudios relacionados con la neuroplasticidad y el entrenamiento cerebral han sido publicados recientemente e incluyen investigación realizada en poblaciones de adultos sanos, sobrevivientes de cáncer, niños con padecimientos genéticos y ancianos, otros más se encuentran en desarrollo.
Muy pronto comenzaremos a ver los resultados de la investigación de este gran potencial del cerebro humano, su aplicación práctica y sobre todo su repercusión en una vida más saludable.

lunes, 20 de abril de 2015

Que es la neuroplasticidad

El cerebro es un órgano extremadamente dinámico en permanente relación con el ambiente, por un lado, y con los hechos psíquicos o los actos del sujeto, por otro.

Las últimas investigaciones de las neurociencias demuestran que el cerebro puede regenerarse mediante su uso y potenciación. Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina 1906, demostró que las neuronas se comunican mediante zonas especializadas de contacto, las “sinapsis” (palabra que define el lugar donde una neurona establece un contacto con otra para comunicarse con ella). Este descubrimiento nos permitió entender los mecanismos básicos que rigen la transmisión de la información que maneja el sistema nervioso. 

La plasticidad neuronal o neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para formar nuevas conexiones nerviosas, a lo largo de toda la vida, en respuesta a la información nueva, a la estimulación sensorial, al desarrollo, a la disfunción o al daño. La neuroplasticidad es conocida como la “renovación del cableado cerebral”. 

Recordemos también que el desarrollo neurológico es crítico durante los primeros años de vida, por ejemplo está demostrado que si a un cachorro de gato, se le impide usar uno de sus ojos durante un periodo corto de tiempo, nunca desarrollará una visión normal en ese ojo. 

Elkhonon Goldberg, Neurólogo de la Universidad de Nueva York, Director del Instituto de Neuropsicología y Funcionamiento Cognitivo y discípulo de Alexander Luria, explica la neuroplasticidad así: 

"Durante muchos años, se creyó que a partir de cierta edad la dotación de neuronas no se renovaba. Las últimas investigaciones científicas demuestran que la actividad mental modifica el cerebro y nos conduce a lo que conocemos como “Sabiduría”. Estos últimos descubrimientos se inscriben en lo que se denominaneuroplasticidad."

En marzo del año 2000, investigadores de la Universidad de Londres, encontraron que los taxistas de esa ciudad tenían una parte del cerebro, el Hipocampo -región importante para la memoria espacial-, particularmente desarrollada, mucho más que el resto de las personas. Los taxistas desarrollaban más esa zona porque la ejercitaban más, memorizando cada día calles y rutas. En estos hombres y mujeres, su capacidad para memorizar calles y rutas no menguaba, sino que aumentaba con los años. El cerebro cambia de forma, según las áreas que más utilizamos, según nuestra actividad mental. 

En 2002, científicos alemanes hicieron los mismos hallazgos en la circunvolución de Heschl de los músicos, área de la corteza cerebral importante para procesar la música… 

Y, en 2004, el Instituto de Neurología de Londres obtuvo los mismos resultados en la circunvolución angular izquierda, estructura cerebral importante para el lenguaje, en el cerebro de las personas bilingües… 

Recordemos que: 

1. Los seres humanos podemos crear nuevas neuronas a lo largo de toda la vida. 
2. El esfuerzo para crear nuevas neuronas puede incrementarse mediante el esfuerzo mental. 
3. Los efectos son específicos: dependiendo de la naturaleza de la actividad mental, las neuronas nuevas se multiplican con especial intensidad en distintas zonas cerebrales. 

Las nuevas neuronas van a parar a las zonas del cerebro que más usamos: esto es lo que se denomina neuroplasticidad. La actividad puede moldear la mente. La corriente científica dominante respalda la afirmación de que la vida mental intensa desempeña un papel esencial en el bienestar cognitivo en las etapas avanzadas de la vida. 

La investigación actual sugiere que la neuroplasticidad puede ser clave para el desarrollo de muchos tratamientos nuevos y más eficaces para el daño cerebral, ya sea como resultado de una lesión traumática, un accidente cerebrovascular (ACV), el deterioro cognitivo relacionado con la edad, o cualquier enfermedad degenerativa (Alzheimer, Parkinson…) incluso en caso de parálisis cerebral. 

La neuroplasticidad no sólo ofrece esperanza a las personas que sufren de discapacidades cognitivas, tales como el TDAH, la dislexia, etc… sino que da lugar a importantes avances en el tratamiento de la depresión, la anorexia y otros trastornos conductuales y emocionales.